anoche te soñé:
eras un horizonte cubierto de luz
vestida de un azul casi celestial
de labios húmedos
mano suave
brazos ligeros preparando
un beso sobre mi pecho
muros porosos a mis espaldas
y tú lo más suave en ese mundo
en silencio nos tocamos
en silencio como lo entienden los amantes
en el silencio
a pesar de las rocas
hundidas en mi garganta.
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