miércoles, 2 de octubre de 2013

¡Irme, irme! Ya no sueño sino con eso. Irme a una tierra cualquiera donde la villanía no sea el estado social de la gente, donde a lo menos las afirmaciones y negaciones tengan el sentido filosófico que todos los léxicos les prestan, donde el honor se asiente en las almas y no en los labios. ¡Irme, huir de aquí, por dignidad, por estética, por instinto de conservación! ¡Es que yo me noto aún sano en esta sociedad de leprosos!

Alejandro Sawa.

lunes, 24 de junio de 2013

Cuán poco cuesta correr el velo. El curioso comportamiento de dos seres que se aman encuentran su epítome en el momento en que se alejan lo suficiente como para revelar sus grietas. Sólo así se devela el misterio, las inseguridades, sus llagas. 
La cercanía de sus labios oscurecen sus habitaciones. El sudor ahoga toda posibilidad de captar los cambios de temperatura que se generan entre una grieta y otra y ya no se escucha el reventón de sus olas en sus rocas diamantinas.
La llaga se mostrará fresca cuando todo lo llene un suspiro. Se tuerce un poco la línea de la comisura. La desdicha siempre crecerá, cual sempervivum, sobre líneas azules donde otrora cruzara el iris fundido de sus azulejos.

miércoles, 15 de mayo de 2013

De alguna forma que no entiendo, mi atención no logra enfocarse directamente en lo que siento. No hay plenitud en ello, ni tampoco hay racionalización que concrete esa demanda que, a la larga, echa raíces en el pecho, horadandolo lentamente como una lengua.
La única diferencia está en los sueños. En esa visión única que hace girar centrípetamente la conmoción de una energía, proscrita de amor, de voluntad, de razón, y que no lleva más nombre que el de su absoluto, ignorándome en todos mis destellos, por infraordinario y por entero.
Amo mis vacíos cuando surgen porque puedo nombrarlos. Amo mis oscuridades pues buscan por sí mismas que las nombre para brillar y en su destello elaborar una ruta en dirección a mis dolores, donde hoy, y podría decir siempre, encuentran el abrazo más cálido.
De esta casa que me habita brota un cuadro de sonidos puros. Es el manto sonoro del rompimiento de olas, donde su espuma trae consigo el oxígeno que afila sus rocas y amansa el polvo a mis pies.
Oro de atardecer: generaciones enteras llevarán tu nombre fundido.

domingo, 14 de abril de 2013

Digo que no te tengo
Que me distraigo en la vida
como la ve la mayoría

Pronto volveré a todo eso,

a mi imaginería Jazz
Al revoltijo aquel
preparado antes que todo

jueves, 11 de abril de 2013

Salir de acá y caminar
respirar entre multitudes, aun así
sean ausencias

Ser como Redburn para montar sobre olas
huracanes y tempestades
directo a desposeerme

Salir de acá y Ser en ti
aunque sea un momento, un par de horas
o una tarde de cielo oscuro.

jueves, 21 de marzo de 2013





Sobrevivir
a las órdenes de la noche,
      te refugias en los libros,
a mí me retiene la tierra
     con sus pensamientos.



(Thomas Bernhard)


“Que se atrevan a vivir la poesía”

 (Bretón)



Montón de órganos y miembros cruzando avenidas
dejo atrás el racimo de luces
gorjeando entre charcos y cunetas
dos días del tiempo deshilachado, cuando la ciudad
es una gran relojería
por la que avanzan mujeres portando su propia luz
                  y la mía -luminosa en tanto que la pierdo de vista-
 se aleja más rápido que las otras cuidándome
                  el paso

Regreso en un pestañeo
al fondo de las sábanas, y me hundo acalorado
aun a sabiendas de que el cielo ha puesto su almohada
bajo nuestras cabezas y en la suave espalda desnuda

Toda el agua sobre nosotros lleva un nombre extraño
no es ni beso ni caída vertical de tu pecho
no es ni dulce ni amarga ni tibia como lo eran tus sombras
-aquí ni en ninguno de los "porque sí"
jamás oirás una palabra como esa-

Todo saldrá de mi marejada
de mi palacio
de mi pobreza de Hombre
de todo mi ruido
de mi imagen troquelada por los silencios.

martes, 19 de marzo de 2013

Cómo no caer en el brillo de la realidad cuando toda el alma abriga
el oro del tiempo.
Cuánto no me he sacrificado para saber diferenciarlo y sin embargo
 caigo ante una sonrisa. 
Qué poco vale esta riqueza interior cuando la belleza mínima y simplificada, 
esa luz a punto de desaparecer en el pecho, titila entre mi palabra y mi lengua.
Al paladar se siente pétalo de rosa con el dibujo de una mañana;

la tersa nube que corre sobre el caudal colmado de cadáveres de árboles
arrancados del bosque de los frutos
se precipita sobre mí
 Y llevo mi boca a la línea de tus piernas, ensayando
una mascada hambrienta al borde de la locura

Mi conciencia ya no me protege de esta manzana
de este bosque teñido de luz y de sombras
sin origen

sus hojas circulan por una avenida intransitable
nadie ayuda cruzarla,
pienso en gritar
Hacer que corra mi voz por cada uno de esos surcos,
que se ondee la línea de su caudal
¡Que se devuelva tu boca hasta mi orilla!

lunes, 18 de marzo de 2013

La luz en este cuarto es lo único que cala el polvo
y de la tibieza
solo queda la palabra

del beso
una palabra

del abrazo
otra palabra

Donde quiera que esté
únicamente un hilo de tinta reconstruye
eso que amé:

De la presencia,
No queda nada.
Y para ausentarte, primero
debes existir

Deberé deducir que
tu nombre,
viajero junto al polvo, se llevó incluso
estas paredes
rayando
en mis muros metafísicos

cada uno de tus movimientos

jueves, 14 de marzo de 2013

Hornopirén sudaba -corrían gotas gigantes por la calle
y se escuchaba el rugido del titán aún estando muy lejos

el grito siempre alimentaba mis pesadillas
bajo un concierto de ranas que croaban 

yo soñaba en ese entonces, cada tarde,

-ansiaba tanto que ocurriera por las noches...-

con una luz que entraba por la ventana
y le tocaba las piernas
mientras yo me arrastraba por ella
amándola de punta a punta

no veía sus ojos celestes sino entreabiertos
ni tampoco sus mejillas, ahora ligeramente rosadas
como pocas horas antes 
tan pero tan claras

la cama se convertía en un torrente lleno de cisnes,
Algo se zambullía en la laguna de su espalda
Y el estuario del Reloncaví guardaba absoluto silencio.


lunes, 11 de marzo de 2013


No sé si por ingenuo o persistente o ambas, brillan ante mí.

Belleza                      Sendero difícil aquél
 justamente buscando,
errante dirán algunos, una luz que se hace cada vez más débil.
Quizás pequeñas porciones de bella humanidad. Un suave enaltecimiento de las formas.
Y toda noche tiene su amanecer, abierto, tras una línea oscura

como una fisura en el fondo de su laguna para llevárselo todo hacia su entraña,
cuando la hondonada de la piel no abriga ni abrazo, ni aliento
pobre decepción que trae consigo la muerte del sueño y la esperanza;

Nadie abre ya su pecho de esa forma. Ninguna tierra.

¿Que por qué persisto?

Porque alguna vez la vi, estuve en su comisura -de qué otra forma si no.
Y ya vivo en esa grieta. Único terruño. Única patria.
Único sueño de áspero revés.
Ya vendrá alguien a decirme que descansaré sobre su pecho húmedo;
Orillas húmedas del océano que crucé...


Hastío (Machado)

Pasan las horas de hastío 
por la estancia familiar 
el amplio cuarto sombrío 
donde yo empecé a soñar. 
Del reloj arrinconado, 
que en la penumbra clarea, 
el tictac acompasado 
odiosamente golpea. 
Dice la monotonía 
del agua clara al caer: 
un día es como otro día; 
hoy es lo mismo que ayer. 
Cae la tarde. El viento agita 
el parque mustio y dorado... 
¡Qué largamente ha llorado 
toda la fronda marchita!

jueves, 7 de marzo de 2013

Salir a la calle hará la diferencia,
se encargará del engaño

(dibujando máscaras de polvo con un dedo torcido)


y así, impregnarse de todo lo mundano
siempre me obligará a
no escrutarlo
a colgar todo detrás de la puerta

para llegar más tarde,
        apagadas las luces,
 directo a un escritorio, abrir todos sus cajones y 
adolecer de lo que 
suspira dentro.

A partir de 3, reniego al son de cuadros
y fotografías
de toda distancia 
de toda soledad cercana a esa 
obsolescencia, 

y desaparezco
creyéndome un punto
ya en el fin de cada uno de sus nombres
Gritando para escuchar el tono de mi propia voz.

lunes, 25 de febrero de 2013

La costumbre de vivir.


¿Se puede sentir esta finitud, este deseo de ya no vivir más por pensar en haber vivido lo necesario? ¿Está permitida ésta, entre todas las formas que tiene de vivir el Hombre?

Ofendería a más de alguien (cuando ese alguien se esmera en sus "carpe diem" o en vivir la vida al máximo con pretendidas ideas de que la vida se vive hasta al final de unos 100 años, pudiéndose recorrer aquellos 100 sin haber experienciado algo sublime... como para decir, segundos antes del final, y cobardemente, "confieso que he vivido...") con esta soberbia de pretender haberlo vivido ya todo.

Nada de lo que pudiere lograr hoy, material o espiritualmente hablando, podría entusiasmarme o lanzarme a la vida, y que me perdonen quienes creen que lo mío es poco para creerlo inconmensurable.

No es mía la pretensión de haberla consumado. No nace en mí. Ocurrió como algo que colmó mi espíritu -minado y varias veces recuperado, y que podría juzgarse incluso pequeño e informe- hasta derramarse en mis propias manos. No significa esto, en todo caso (y que no se confunda), que palpita un reproche, o que habita en mí la idea de ponerle fin...

Pero ¿Cómo admito o libero eso de mi existencia? ¿Cómo dejo de pensar en eso de tal forma que no conviva en esta dicotomía? ¿Cuándo y en qué momento me absorbe una de estas dualidades para diluirme en un todo sincero y llano?

¿Acaso el sólo hecho de ser Hombre implica arrogarse el derecho de vivir hasta las últimas consecuencias y tolerar esta costumbre de vivir?

Reniego de lo útil de la vida si vivir es un vacío por llenar, un aburrimiento por aplacar ...

Es por eso que no amo ya la vida. En cambio, vivo en que la amé. El resto, es mi no-existencia, mi materialidad, la aguja de un tocadiscos que rebota al tope del hilo de la vida.


"¿Cómo compaginar
la aniquiladora 
idea de la muerte
con ese incontenible 
afán de vida?
¿cómo acoplar el horror
ante la nada que vendrá
con la invasora alegría
del amor provisional
y verdadero?
¿cómo desactivar la lápida
con el sembradío?
¿la guadaña 
con el clavel?
¿será que el hombre es eso?
¿esa batalla?"


Decía Benedetti.

Para decirme que vivo entre esos muros.
Entre flores secas, muy negras, y paisajes agrestes
Entre el afán y la quietud,
Entre el deseo de permanecer inmóvil
en medio de la danza,
-aquel cortejo previo al absoluto
con su máscara tiznada-
invitando a tomar sus manos...
Cuando yo poco sé de bailar.

martes, 5 de febrero de 2013

Y ahí estoy yo:
Buscando consentir con mis propias palabras
cuando lo que me nace del pensamiento no es más que un fin postergado.
Música disonante que en tanto concreta
más me aleja de ti.
"¿Qué estarás haciendo en este momento?",
subliminalmente reza la musiquilla,
lo único cercano a tu mano y a la
historia que nos retrasa.

Mientras más pienso,
más me abandono,
y más te abandono, amándote.

Más concreto por irreal,
menos te amo
pero más te amo
como aman todos.

viernes, 1 de febrero de 2013


"Para amar cualquier cosa, hace falta que la hayan visto y entendido después de mucho tiempo... Bola de idiotas!"

sábado, 26 de enero de 2013

Un vacío es eso: un vacío.

Puede adquirir la forma de uno o mil colores
tomar la forma de una mujer
convirtiéndose en cielos perfectos

o de valles lozanos
aires frescos
montañas gélidas
glaciares eternos
lagunas espejo
humedales y rincones vírgenes

Desiertos donde una lágrima morirá
poco antes de caer al piso yermo

¡Cuánto amo mis vacíos!
anoche te soñé:

eras un horizonte cubierto de luz
vestida de un azul casi celestial
de labios húmedos
mano suave
brazos ligeros preparando
un beso sobre mi pecho

muros porosos a mis espaldas
y tú lo más suave en ese mundo

en silencio nos tocamos
en silencio como lo entienden los amantes
en el silencio
a pesar de las rocas
hundidas en mi garganta.

La extraño sin conocerla
La sueño por no concretarla

Lo tengo claro.

Poe
Bretón
Cuánto saben de esto...
tanto te extraño cuando por esta cortina entra
la curva de un cuerpo trasnochado
que dudo y trastabillo
tropiezo actuando
remeciendo la corteza de piedra
de mi alma
"¿quién eres?", pregunto.
"¿qué quieres?", escondo.

jueves, 3 de enero de 2013

Elfriede Jelinek / Robert Walser

Leía algunas cositas acerca de Robert Walser cuando de pasadita me encontré con lo que voy a mostrar acerca de la obra de Elfriede Jelinek, que se menciona un poquito más abajo traducido del inglés. La mujer es premio Nobel –no exento de cahuines, muy laureada y tal parece que tiene una pluma interesantísima. Tanto así que se dio el gusto de escribir algo a partir de la caracterización del maestro Walser, jugando, pluma mediante, con su propia voz, con su personalidad, y etcétera.

La cosa es que encontré este fragmento (que vendría siendo el más decidor y atractivo. Aunque confieso cierta flojera en la elección...) en una página dedicada, curiosamente, a Sebald, un surrealista.
Quien redacta en dicha página le sigue el paso a todo autor que inserte en sus escritos fotografías o cualquier otro tipo de imágenes referenciales: todo muy a la usanza de la tradicional escuela del surrealismo.

No es que Jelinek sea surrealista. Antes son las imágenes y la voz de Walser las que poseen estas características. Una estupenda mezcla que trae a la memoria, en ocasiones, las letras de Pessoa.

Y como varias confesiones pueden sacudirnos un poco:

Confieso la dificultad que tuve al traducir su título del inglés: "Her Not All Her", lo que vendría siendo algo así como “él no cómo él”, que del alemán nació como "er nicht als er" (compuesto a partir de las sílabas de Robert Walser: Rob-er-t nicht als Wals-er).
Busqué información e intenté validar, y eso fue lo que encontré. No me gusta. Tenía otras ideas, pero como el título jamás tuvo intenciones de tener sentido, me rendí ante las estadísticas.

Ya que averigüé: Confieso también mi admiración por Elías Canetti, que a su vez admiraba a Walser, que a su vez era admirado por Jelinek, que al mismo tiempo es admirada por el creador del artículo, y que a su vez admira al movimiento surrealista como yo.

En fin. El fragmento que describe el libro, cuya manufactura es de una belleza fuera de órbita, y el cual veremos acá solo en hojas de papel roneo (por razones obvias, si es que lo vemos), dice así:

"There are no characters or voices identified; instead, the play is written in paragraphs, just like a short story or essay. Without the clue provided by the stage direction, it would be eminently reasonable to read straight through Her Not All Her as if there was but a single voice that probably emanates from Walser. “Would you like to hear the novel of my life?” But on closer inspection, it becomes less and less clear who might be speaking at times. In some paragraphs the first-person narrator seems as if it could be no one but Walser. At other times it appears that someone else might be addressing Walser; or, it could well be that Walser is addressing himself in the third person – a not unreasonable possibility. But even when it seems like it might be Walser speaking, it isn’t always discernible whichWalser is speaking – the young Walser-as-successful-writer or the elderly Walser who spent the final three decades of his life in a mental institution, where he wrote but meagerly".


(http://sebald.wordpress.com/)

Lo que traducido a la rápida vendría siendo algo como...:

"No hay personajes ni voces en el relato; en su lugar, esta obra está dividida en párrafos, tal como un ensayo o una novela corta Al no contar con una estructura que permita seguirla con facilidad, se hace imperioso leer directamente "Her Not All Her" como si en ella hubiera únicamente una voz que no proviene más que de Walser. “¿Te gustaría leer la historia de mi vida?”. Pero en ocasiones, visto con más profundidad, se puede apreciar cada vez menos quién está hablando. En algunos párrafos la voz protagonista parece sin duda ser la de Walser. En otros, pareciera que otra persona está aludiéndolo: bien podría ser que es Walser quien alude a sí mismo en tercera persona –lo cual no es una idea del todo descabellada. Pero aún cuando pareciera ser él quien está narrando, no es posible establecer con claridad a cuál de estos corresponde, si el Walser joven y exitoso como escritor, o bien, el último, el que pasó sus últimas tres décadas en un hospital psiquiátrico, donde continuaría escribiendo aunque escasamente."





Quiero ese libro.