jueves, 21 de marzo de 2013





Sobrevivir
a las órdenes de la noche,
      te refugias en los libros,
a mí me retiene la tierra
     con sus pensamientos.



(Thomas Bernhard)


“Que se atrevan a vivir la poesía”

 (Bretón)



Montón de órganos y miembros cruzando avenidas
dejo atrás el racimo de luces
gorjeando entre charcos y cunetas
dos días del tiempo deshilachado, cuando la ciudad
es una gran relojería
por la que avanzan mujeres portando su propia luz
                  y la mía -luminosa en tanto que la pierdo de vista-
 se aleja más rápido que las otras cuidándome
                  el paso

Regreso en un pestañeo
al fondo de las sábanas, y me hundo acalorado
aun a sabiendas de que el cielo ha puesto su almohada
bajo nuestras cabezas y en la suave espalda desnuda

Toda el agua sobre nosotros lleva un nombre extraño
no es ni beso ni caída vertical de tu pecho
no es ni dulce ni amarga ni tibia como lo eran tus sombras
-aquí ni en ninguno de los "porque sí"
jamás oirás una palabra como esa-

Todo saldrá de mi marejada
de mi palacio
de mi pobreza de Hombre
de todo mi ruido
de mi imagen troquelada por los silencios.

martes, 19 de marzo de 2013

Cómo no caer en el brillo de la realidad cuando toda el alma abriga
el oro del tiempo.
Cuánto no me he sacrificado para saber diferenciarlo y sin embargo
 caigo ante una sonrisa. 
Qué poco vale esta riqueza interior cuando la belleza mínima y simplificada, 
esa luz a punto de desaparecer en el pecho, titila entre mi palabra y mi lengua.
Al paladar se siente pétalo de rosa con el dibujo de una mañana;

la tersa nube que corre sobre el caudal colmado de cadáveres de árboles
arrancados del bosque de los frutos
se precipita sobre mí
 Y llevo mi boca a la línea de tus piernas, ensayando
una mascada hambrienta al borde de la locura

Mi conciencia ya no me protege de esta manzana
de este bosque teñido de luz y de sombras
sin origen

sus hojas circulan por una avenida intransitable
nadie ayuda cruzarla,
pienso en gritar
Hacer que corra mi voz por cada uno de esos surcos,
que se ondee la línea de su caudal
¡Que se devuelva tu boca hasta mi orilla!

lunes, 18 de marzo de 2013

La luz en este cuarto es lo único que cala el polvo
y de la tibieza
solo queda la palabra

del beso
una palabra

del abrazo
otra palabra

Donde quiera que esté
únicamente un hilo de tinta reconstruye
eso que amé:

De la presencia,
No queda nada.
Y para ausentarte, primero
debes existir

Deberé deducir que
tu nombre,
viajero junto al polvo, se llevó incluso
estas paredes
rayando
en mis muros metafísicos

cada uno de tus movimientos

jueves, 14 de marzo de 2013

Hornopirén sudaba -corrían gotas gigantes por la calle
y se escuchaba el rugido del titán aún estando muy lejos

el grito siempre alimentaba mis pesadillas
bajo un concierto de ranas que croaban 

yo soñaba en ese entonces, cada tarde,

-ansiaba tanto que ocurriera por las noches...-

con una luz que entraba por la ventana
y le tocaba las piernas
mientras yo me arrastraba por ella
amándola de punta a punta

no veía sus ojos celestes sino entreabiertos
ni tampoco sus mejillas, ahora ligeramente rosadas
como pocas horas antes 
tan pero tan claras

la cama se convertía en un torrente lleno de cisnes,
Algo se zambullía en la laguna de su espalda
Y el estuario del Reloncaví guardaba absoluto silencio.


lunes, 11 de marzo de 2013


No sé si por ingenuo o persistente o ambas, brillan ante mí.

Belleza                      Sendero difícil aquél
 justamente buscando,
errante dirán algunos, una luz que se hace cada vez más débil.
Quizás pequeñas porciones de bella humanidad. Un suave enaltecimiento de las formas.
Y toda noche tiene su amanecer, abierto, tras una línea oscura

como una fisura en el fondo de su laguna para llevárselo todo hacia su entraña,
cuando la hondonada de la piel no abriga ni abrazo, ni aliento
pobre decepción que trae consigo la muerte del sueño y la esperanza;

Nadie abre ya su pecho de esa forma. Ninguna tierra.

¿Que por qué persisto?

Porque alguna vez la vi, estuve en su comisura -de qué otra forma si no.
Y ya vivo en esa grieta. Único terruño. Única patria.
Único sueño de áspero revés.
Ya vendrá alguien a decirme que descansaré sobre su pecho húmedo;
Orillas húmedas del océano que crucé...


Hastío (Machado)

Pasan las horas de hastío 
por la estancia familiar 
el amplio cuarto sombrío 
donde yo empecé a soñar. 
Del reloj arrinconado, 
que en la penumbra clarea, 
el tictac acompasado 
odiosamente golpea. 
Dice la monotonía 
del agua clara al caer: 
un día es como otro día; 
hoy es lo mismo que ayer. 
Cae la tarde. El viento agita 
el parque mustio y dorado... 
¡Qué largamente ha llorado 
toda la fronda marchita!

jueves, 7 de marzo de 2013

Salir a la calle hará la diferencia,
se encargará del engaño

(dibujando máscaras de polvo con un dedo torcido)


y así, impregnarse de todo lo mundano
siempre me obligará a
no escrutarlo
a colgar todo detrás de la puerta

para llegar más tarde,
        apagadas las luces,
 directo a un escritorio, abrir todos sus cajones y 
adolecer de lo que 
suspira dentro.

A partir de 3, reniego al son de cuadros
y fotografías
de toda distancia 
de toda soledad cercana a esa 
obsolescencia, 

y desaparezco
creyéndome un punto
ya en el fin de cada uno de sus nombres
Gritando para escuchar el tono de mi propia voz.