Yo no pido que me escuches
quiero el canasto de rosas
tu pecho en el paladar
o morir juntos de sed
a falta de una palabra
y cuando esta duerma
como Qin lo hiciera bebiendo vino:
hagamos retroceder la luna
o encendamos la serena mañana
-desaparezcamos
en la vertiente fresca
de la delgada luz de la vela
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