El hombre muere en cada segundo
entre sus espacios vacíos
entre sus abismos improvisados, -quizás encubiertos
porque no sabe dónde ha quedado:
¿entre los libros su voz?
¿entre las sábanas y los cuadernos?
¿En medio de los garabatos de trasnoche?
No hay comentarios:
Publicar un comentario