reina el silencio en la sala
el ídolo escrutina los rostros vacíos de sus alumnos
se abre y se expande sin control el espacio para conversar
acariciando las ideas, abrazándolas tiernamente, regulan su respiración
nadie quiere comentar, nadie quiere opinar
nadie quiere que el discurso se disperse o se entremezcle con el aire
nadie quiere despertar del sueño amoroso
nadie quiere dejar ir sus palabras
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