La luz en este cuarto es lo único que cala el polvo
y de la tibieza
solo queda la palabra
del beso
una palabra
del abrazo
otra palabra
Donde quiera que esté
únicamente un hilo de tinta reconstruye
eso que amé:
De la presencia,
No queda nada.
Y para ausentarte, primero
debes existir
Deberé deducir que
tu nombre,
viajero junto al polvo, se llevó incluso
estas paredes
rayando
en mis muros metafísicos
cada uno de tus movimientos
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