lunes, 11 de marzo de 2013
No sé si por ingenuo o persistente o ambas, brillan ante mí.
Belleza Sendero difícil aquél
justamente buscando,
errante dirán algunos, una luz que se hace cada vez más débil.
Quizás pequeñas porciones de bella humanidad. Un suave enaltecimiento de las formas.
Y toda noche tiene su amanecer, abierto, tras una línea oscura
como una fisura en el fondo de su laguna para llevárselo todo hacia su entraña,
cuando la hondonada de la piel no abriga ni abrazo, ni aliento
pobre decepción que trae consigo la muerte del sueño y la esperanza;
Nadie abre ya su pecho de esa forma. Ninguna tierra.
¿Que por qué persisto?
Porque alguna vez la vi, estuve en su comisura -de qué otra forma si no.
Y ya vivo en esa grieta. Único terruño. Única patria.
Único sueño de áspero revés.
Ya vendrá alguien a decirme que descansaré sobre su pecho húmedo;
Orillas húmedas del océano que crucé...
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